Nacemos como seres rotos, incompletos e imperfectos. Vivimos una vida vacía intentando encontrar eso que falta, la última pieza. Algunos pasan toda su vida buscándola, otros la encuentran y la rompen, incluso la pierden. Sin embargo los verdaderos afortunados las guardan y protegen, las hacen parte de sí mismos. Se completan. Encontré mi pieza en el lugar menos esperado, el mar. Ella flotó a mi con tranquilidad, como si supiera cuál era su lugar, como si me conociera de toda la vida. No comprendí en ese momento que estaba completa, incluso antes de estarlo. Su existencia me llenó de vida, ya no estaba rota. Esa pieza grande y poderosa sonrió, se unió a mi y fui feliz. Tan malditamente feliz. Nacemos como piezas rotas, sí, pero se puede arreglar. Podemos arreglarnos. Hay otras piezas rotas en el mundo que no encajan en ninguna parte hasta que encuentran su forma en otro cuerpo, otro universo. Tengo mi pieza, mi persona, mi alma gemela. Apareció cuando menos lo buscaba. Cuando n
Taxi Cab - twenty one pilots 🎬 Un dolor invadió la parte trasera de mi cabeza. Cubrí mi rostro con las manos, cegada por la luz fuerte que apuntaba directo a mis ojos. Parpadee ante la luz brillante un par de veces hasta poder abrirlos y ver con claridad, entonces con calma miré el techo de mi cuarto. Estaba en mi cama, en casa. No sabía en qué momento me había dormido, o qué pasaba. ¿Era la mañana temprano y debía ir a trabajar? ¿o era la tarde, había vuelto y me había acostado? Mi cabeza dolía de una forma tan anormal que sea la mañana o la tarde, algo pasaba. Estiré los brazos con dolor... no, no solo la cabeza, todo en mí dolía. Golpee con la mano a uno de mis gatos, esta se acurrucó molesta. — Déjame dormir —se quejó Shiro. — Lo siento —contesté, y un momento después me sorprendí a mi misma. Shiro había hablado, la había entendido... ¡Le había contestado! — Es tan tonta, siempre dice lo siento para todo —rio Max, mi otro gato, subiéndose de un salto a la cama. Estiró su espald